Caricias en tu espalda

Y una vez más sentir el suave roce de tus caricias, sentir con cada beso que la magia nos envuelve y todo a nuestro alrededor desaparece: solos TÚ y YO...


Nunca imaginé que pudiera llegar a quererte tanto. Que llegara tanto a ansiar la llegada del fin de semana. Es como si en mi vida sólo existieran esos dos días, los días que puedo tenerte conmigo, los días que puedo "robarte" un ratito y tenerte para mí sola, los días que puedo disfrutar de ti y regalarte mil caricias y cientos de arrumacos.

Solo necesito una mirada para saber lo que piensas y darme cuenta de que, casi siempre, yo también pienso en lo mismo, una palabra que robas de mi boca y dices en mi nombre, una dulce mirada que dice más que cualquier palabra, una tierna caricia que esconde otro sentimiento mayor: amor; una sonrisa que oculta un "te amo".